Fotos: Alfredo Jiménez
Es recomendable contar con el tiempo suficiente para este ascenso, de esa manera uno podrá aclimatarse mejor y descansar más entre cada etapa, además de visitar otros cerros como Ventisqueros y Crestones. Yo tenía que volver al trabajo el miércoles y sólo contaba con un par de días, además que mi compañero de viaje, Alfredo y yo nos fuimos en bus, lo que ciertamente nos agotaría e implicaría unas 30 horas sentados (ida y vuelta).
Salimos el jueves 5 de noviembre a las 11 pm en el Expreso Panamá con un costo de $80 ida y vuelta, como requisito hay que presentar el pasaporte. El viaje fue largo y cansón, aunque corrimos con suerte que el bus estaba casi vacío y eso aceleró todo. Primera parada es de 10 minutos en Santiago, luego en la frontera Paso Canoas a eso de las 5 de la mañana: Allí hay que formar una fila para que sellen el pasaporte, luego bajar el equipaje del bus y llevarlo a aduana, donde un perro y un inspector (después de entregar el formulario) lo revisan. De allí se camina un par de metros al lado de Costa Rica y se repite el procedimiento pero sin perro... bastante rudimentaria la aduana ;). La verdad no es algo que se disfrute: uno no ha dormido mucho y es desgastante. Luego de eso, uno se abstrae con los bellos paisajes y espectacular verdor del camino en la Costanera hasta parar en una chicharronería que se llama ‘‘La Costa’’, donde se toma el desayuno. Recomiendo el gallo pinto con deliciosa natilla y un ‘‘fresquito’’ de frutas. Cabe destacar que a un panameño (o a cualquiera más bien), la comida le resultará cara… entre 7 a 8 dólares (en ese lugar aceptan dólares).
Llegamos a San José a las 2 de la tarde, antes de lo previsto (3 o 4 de la tarde), la terminal se llama Punta Arenas en San José, es un área un poco desolada y es mejor tener un plan al llegar. Nosotros no teníamos ni plan ni idea donde estábamos pero pudimos resolver. Lo primero fue cambiar dinero y eso se pudo hacer en el banco Costa Rica, en la parte de cambio de divisas, de camino al Parque Central, luego compramos un chip Kolbi y recargamos en una farmacia. De ahí visitamos a mis primos en Moravia, San José y a mi tío en Cartago cerca del volcán Irazú.
Fotos: Alfredo Jiménez
Camino a San Gerardo de Rivas
La ruta es la siguiente: Desde San José dirigirse a la Terminal MUSOC y comprar el ticket para el cantón Perez Zeledón que lo deja a uno en la terminal de San Isidro del General. Valor del boleto: 3,245 colones (aprox. 6 dólares) sólo ida.
Consejo importante: Al llegar, si tienen tiempo limitado (como era mi caso) compren su boleto de regreso de una vez en la terminal. Empiezan a salir buses para San José desde las 6:30 am.
Al llegar, hay algunos transportes privados que ofrecen la ruta de San Isidro a San Gerardo. El costo de esto es $30 ida y $30 vuelta. Es recomendable reservarlo con el hotel u hostal, de lo contrario, igual se pueden encontrar apenas uno llega y ya es cuestión de buena fe. Esa fue nuestra opción ya que no sabíamos los horarios del bus, sólo que no era muy frecuente. El recorrido dura entre media hora y 45 minutos en carro.
Hotel Urán / Reserva en el MINAE y Consorcio
Es recomendable hacer la reserva del hotel al menos con tres meses de anticipación. Si tienen la idea de subir el Chirripó, es mejor ir contactando a un hotel para la gestión porque hacer reservas independientes directo con el parque puede ser un poco tedioso. En este caso, por recomendación de mi amigo Roberto Urrutia, nos hospedamos en el Hotel Urán.
El hotel es acogedor y sencillo. Ah, una ventaja es que es el más cercano al inicio del sendero, a 75 metros de la entrada del parque. Cuando vas bajando, es un gran alivio verlo y saber que ya llegaste. Para garantizar la reserva en el parque, es preciso abonar una suma primero. Guarden los comprobantes por cualquier eventualidad.
Pueden escribir a info@hoteluran.com y el gerente Roel Romero les dará toda la información. Es preciso leer detalladamente debido a los horarios y las tarifas que hay que pagar.
La cocina del hotel tiene platillos deliciosos como pastas al óleo, desayuno gallo pinto y el último día una hamburguesa llamada Chirripó (hay opciones vegetarianas también), no olviden tomarse una fría IMPERIAL, buenísima birra que cae bien después del descenso.
Teléfono: +506 2742-5003
Página Web: http://www.hoteluran.com/esp/index.php
Página de Facebook: Hotel Urán - Facebook
Para reservar se debe llamar (2742-5083) pero es mejor hacerlo a través de un hotel porque están más pendientes de los cupos disponibles en el albergue. Después de recibir las entradas en el MINAET, a sólo 0.5 kilómetros está en Consorcio Aguas Eternas, encargado de las comidas del albergue, donde hay que retirar los tiquetes de hospedaje y alimentación (ya gestionado por el hotel aunque hay opción en el albergue de pedir las comidas, es mejor hacerlo anticipadamente). Como tip, no está demás llevar comprobantes de pago y correos de confirmación impresos.
Camino a la Cima
Al inicio del sendero, conocimos a una chica sueca llamada Filiz que también haría el ascenso y rápidamente se convirtió en una gran hiking partner. Uno conoce a personas de todo el mundo, con diferentes sueños, historias, planes, ideas... lo cual hace a uno abrir su mente y abrirse a posibilidades. Escuchando se aprende mucho y el itinerario de Filiz era realmente emocionante: Luego de Costa Rica iría a Cuba a un adventure trip y después a Ecuador a aprender ice climbing en nada menos que el Chimborazo :) todo un anhelo para mí y me encantó poder compartir con ella durante el ascenso. Como vive en Noruega nos contó que allá no hay manera de perderse, todo está señalizado en los senderos y que ahí en el Chirripó ya ella superaba la altura máxima de Noruega. Después de unas cuantas lomas empinadas y de que un imponente paisaje nos sorprendiera, Filiz solía decir ''this is why we hike'' y esa pegajosa frase me la repetiré en momentos críticos ;) jajajaja. Hay muchísimas recompensas en el camino.
El ascenso a Chirripó son cerca de 19 km se empieza a 1520 msnm y se alcanza los 3820 msnm pero se hace en dos días. A los 3,400 está el refugio dentro del parque ahí es donde se brinda el hospedaje, allí hay camarotes, restaurante con chef, hasta ese punto y desde la entrada son 14.5 km, con un desnivel bárbaro. Un camino muy bien señalizado, nosotros fuimos sin guía y hasta el refugio no hay ningún problema, sin embargo, a la madrugada siguiente, sí utilizamos un GPS y wikiloc para la ruta y no perdernos o irnos a otro cerro. La meta era clara: Chirripó, punto más alto de Costa Rica.
Ruta completa: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5978618
Luego los otros 5.5 son camino al Chirripó. Ida y vuelta son 38 – 40 km.
El sendero es hermoso de paisaje y vistas, su bosque asombroso; en el 7.5 km hay un puesto de agua, venta de bebidas calientes, medicamentos, snacks y bancas para descanso (justo lo que necesitábamos :)), y en el 12.5 hay una toma de agua. Hay tres cuestas exigentes en las partes del 1er km, el 8 km y el 13 km la llamada cuesta de los arrepentidos, muy famosa y esperada, de verdad que uno siente el dolor del arrepentimiento jajajaja, es bien brava pero una vez lograda, ya casi se llega al albergue.
Recuerdo la mañana siguiente: Después de dormir muy bien dentro de una bolsa de dormir deliciosa (¡en el albergue incluyen todo!), obviamente sin bañarnos por el frío, nos levantamos a las 4 de la mañana siguiendo el grupo de hikers, de todos los países y a diferentes ritmos, los cuales querían ver el amanecer.
Recuerdo la mañana siguiente: Después de dormir muy bien dentro de una bolsa de dormir deliciosa (¡en el albergue incluyen todo!), obviamente sin bañarnos por el frío, nos levantamos a las 4 de la mañana siguiendo el grupo de hikers, de todos los países y a diferentes ritmos, los cuales querían ver el amanecer.
Realmente, con el cansancio acumulado del viaje más la caminada del día anterior, caminé muy lento y sentí fatiga, tuve que tomarme un gel con electrolitos y cafeína ''Honey Stinger'', sabor kiwi, lo cual me reanimó y me ayudó a recuperarme. Lo recomiendo altamente aunque tiene el inconveniente que da mucha sed y hay que acompañarlo con tragos de agua. Yo llevaba mi camelbag de dos litros en la mochilita de ataque así que eso no fue problema. También comí algunas nueces pues no habíamos desayunado.
El amanecer nos agarró en el camino e igualmente fue hermoso. Cuando llegamos a la cima, ya todos habían bajado así que fue un grato momento de silencio y conexión con el páramo eterno, las lagunas refulgiendo desde épocas remotas y las nubes danzantes, respirar nuevas alturas y sentirse pleno, con la naturaleza palpitando, ante el logro de conquistarse a sí mismo.
Tú eliges qué historia cuentas de ti mismo, haz que sea una aventura interminable porque eso es lo que prolonga la vida y la mejor herencia terrenal.
El amanecer nos agarró en el camino e igualmente fue hermoso. Cuando llegamos a la cima, ya todos habían bajado así que fue un grato momento de silencio y conexión con el páramo eterno, las lagunas refulgiendo desde épocas remotas y las nubes danzantes, respirar nuevas alturas y sentirse pleno, con la naturaleza palpitando, ante el logro de conquistarse a sí mismo.
Tú eliges qué historia cuentas de ti mismo, haz que sea una aventura interminable porque eso es lo que prolonga la vida y la mejor herencia terrenal.
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¡Feliz Cumbre!
