Wednesday, October 5, 2016

Lleva a Panamá a Mujer Montaña 2016

''No es más quién más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente.''

-Maurice Herzog

La montaña es como la vida: en el camino conoces los más sinceros e incondicionales amigos, nos ponemos a prueba y confiamos más en nosotros mismos, superamos nuestros límites, atesoramos vivencias, crecemos, nos hacemos más fuertes tanto de mente como de cuerpo y contemplamos la inmensidad, lo majestuoso, lo eterno, lo cautivador y lo que nos da la vida. 

Hace 5 años si me dijeran que yo subiría un cerro cualquiera o una montaña de 4 mil, no lo hubiera creído, ¡qué va! pero ahora es mi gran pasión. Gracias a la Madre Montaña por hacerme una mejor versión de mí misma, cuidarme y darme herramientas para vencer los obstáculos del día a día... más aún decirte con toda convicción: 
TÚ PUEDES, TODOS PODEMOS, INTENTEMOS UNA Y OTRA VEZ. 

Del 1 al 20 de noviembre se celebrará “Mujer Montaña” y este año, Panamá participará por primera vez. Éste es un proyecto sin fines de lucro, inclusivo e integrador, fundado en el 2013, que aspira a promover y difundir la práctica del senderismo, escalada en roca, alta montaña y deportes de aventura en mujeres de distintas edades, iniciantes y profesionales, generando espacios de intercambio deportivo, social, cultural y medioambiental.  De allí se han consolidado Encuentros Internacionales de Montañismo y Escalada en diferentes países Latinoamericanos buscando anfitrionas locales para desarrollar capacitaciones, compartir experiencias y ascensiones en las diferentes cordilleras del continente. 

Estoy inscrita en el segundo módulo del 9 al 13 de noviembre y comprende la etapa Hielo-Nieve, donde realizaremos cursos y prácticas en el Glaciar Hermoso del Volcán Cayambe (5,790 msnm, tercer volcán más alto de Ecuador) y un intento a su cima.

Como en Panamá no tenemos las condiciones de frío, nieve, vientos fuertes... debo alquilar equipo técnico los 5 días de mi participación, por lo que me motivé a hacer un plan de beneficios para los que deseen colaborar y a la vez, hacerlos incursionar de alguna u otra manera en actividades al aire libre. 

PROGRAMA DE BENEFICIOS

Meta: $600 . 00
Total recaudado: $600.00
Comprende: Alquiler de equipo técnico de montaña durante la semana del curso y gastos de movilización, aclimatación e imprevistos. 

$60
Paquete Barú  

Por tu colaboración de $60.00 podrás obtener el siguiente beneficio: 
Ascenso guiado al Volcán Barú (3,475 msnm) con dos guías certificados y botiquín de primeros auxilios, además de toda la asesoría previa. 
No incluye transporte, alimentos ni equipo personal de acampada.

$50 
Paquete Cayambe 

Por tu colaboración de $50.00 podrás obtener el siguiente beneficio: 
Gira organizada a un circuito de cascadas (El Cacao o Chicá) o ascenso a dos cerros cercanos (Chame y La Cruz) -no incluye merienda ni transporte- Nivel de dificultad: FÁCIL/INTERMEDIO, tiempo de duración: medio día.

Adicional a eso: Taller de Rappel básico y nudos básicos - 1 hora por instructor certificado. 

$40 
Paquete PequeTrekkers 

Por tu colaboración de $40.00 podrás obtener el siguiente beneficio: 
La licenciada Melissa Adames Córdoba va a donar la totalidad de terapias de Estimulación Temprana Especializada para niños de 1 mes a 8 años, a la causa de Mujer Montaña 2016. Antes del 2 de noviembre. 


$20 
Paquete Tajumulco 

Por tu colaboración de $20.00 
Gira organizada a una cascada (El Cacao o Chicá) o ascenso a un cerro cercano (Chame y La Cruz) -no incluye merienda ni transporte- Máximo 10 personas por gira. Nivel de dificultad: FÁCIL/INTERMEDIO, tiempo de duración: medio día.

$20
YOGA AL NATURAL

Por tu colaboración de $20.00 
Clase de yoga al aire libre por la instructora Carey: Relájate, respira, siente cómo el yoga beneficia a tu cuerpo y mente.

$10
Paquete Chirripó  

Asesoría de un trip de acuerdo a tu necesidad y expectativa. Por ejemplo: una acampada familiar ¿dónde ir? ¿qué llevar? ¿cuánto cuesta? ¿qué tener en cuenta? ¿cómo llegar?. 

Si te sientes identificado con la causa, deseas apoyar a este bello proyecto y llevar la bandera de Panamá al encuentro internacional de Mujer Montaña y por los glaciares hermosos de Ecuador, sólo debes depositar el monto deseado a la siguiente cuenta con el detalle de ''Mujer Montaña 2016'' y nos pondremos en contacto para el intercambio. 

04-05-01-824369-6
Nicole Elizabeth Barrios Adames
Cuenta Ahorros - Banco General


Gracias por apoyar al Montañismo Panameño en la búsqueda de sueños y recuerda... TODOS PODEMOS IR TRAS NUESTROS SUEÑOS, POR MÁS LOCO QUE PAREZCA. El momento es hoy, no esperes a estar listo porque el ímpetu, profundo deseo y voluntad lo harán posible.

Wednesday, June 15, 2016

Primer Ascenso a un Nevado - 4,900 msnm

Ganando altitud, 4,900 msnm conquistados porque me conquisté a mí misma primero.


¿Qué se imaginan al oír la palabra Nevado? Frío, vientos fuertes, altitud, esfuerzo... nieve. 

Como el sábado 14 de mayo estuve de cumpleaños, decidí regalarme esta maravillosa experiencia viajando al hermano y hermoso país de Colombia, específicamente al Parque Natural Los Nevados. Este parque fue creado en 1974 para proteger los ecosistemas de páramo (pues estaba muy afectado por la ganadería) y la importancia que tienen además los nevados en suministrar agua a municipios enteros y a más de dos millones de personas.

Los nevados de este parque (Del Ruiz, Santa Isabel y Tolima) se están derritiendo debido a la acción del calentamiento global, si desaparecen en su totalidad tendrá esto un gravísimo impacto en el abastecimiento de agua y de ríos. Así que el momento de conocerlos es AHORA.

Antes del viaje, me equipé con lo siguiente:

- Mochila de 60 Litros Jack Wolfskin
- Linterna de cabeza (TIKKA de Petzl)
- Camel Bag o vejiga de hidratación
- Electrolitos Nuun
- Gel Bee Stinger y otros snacks
- Pequeño botiquín con medicinas para el dolor de cabeza
- Guantes gruesos Black Diamond
- Guantes de lana
- Medias de lana Merino
- Bolsa de dormir Green Kazzoo de The North Face resistente a -21 °C
- Ropa de algodón para dormir
- Pantalones de hiking para el primer día
- Pantalones de ski Helly Hansen para el día de cumbre
- Camisa Fast Dry o Dry Fit (de secado rápido - a modo de primera capa)
- Abrigo de plumas sintéticas Kelvinator de Mountain Hardwear (segunda capa)
- Abrigo cortavientos de The North Face (tercera capa)
- Colchón inflable ultralight Klymit
- Brassier de secado rápido Under Armour
- Gorro de Columbia para mantener caliente la cabeza (ni idead el nombre)
- Distance Z-Pole Trekking Poles (bastones) marca Black Diamond
- Gafas de sol polarizadas marca Native


En esta ocasión, me animé a ascender el Nevado Santa Isabel con sus 4,964 metros sobre el nivel del mar (msnm) con la empresa Montañas Colombianas, cuyo guía Sebastián tiene gran conocimiento en aclimatación, alimentación de altura, equipo y técnica, además que nos trató como sus amigos de toda la vida más que como clientes y eso fue lo mágico de la experiencia. El grupo estuvo formado por 8 intrépidos colombianos donde yo era la única panameña (viviendo a nivel del mar) y casi de inmediato se formaron lazos de amistad y compañerismo entre todos, creo que eso es lo que la montaña y la aventura deben crear: todos nos apoyábamos entre risas y cuentos, sobre todo comparando regionalismos y muriéndonos de risa con algunas canciones como ‘‘la chapa’’.


Tomé el vuelo a Pereira el viernes 13 de mayo, sólo duró una hora y media, llegando a medianoche, me hospedé en el hostal Coffee & Travel, el cual recomiendo altamente por su atención y comodidad. Al día siguiente, a las 6 am, nos pasaron recogiendo en un jeep y fue muy divertido ir en la parte de atrás, admirando los paisajes desde los departamentos de Risaralda hasta Caldas, donde nos dirigimos a la finca Potosí a 4,000 msnm. Llegamos y tomamos un delicioso desayuno montañero energético de arroz, huevos, arepa con queso fresco, pan y chocolate caliente. Uff, cómo ayudó a calentar el cuerpo y a dotarlo de nuevas fuerzas.



Caminata de Aclimatación: Laguna del Otún - 3,950 msnm

Empezó la caminata donde realmente no había mucho desnivel, era mayormente plano pero yo tenía un dolor de cabeza punzante debido al cambio súbito de altitud. Luego de caminar unos 5 km, nos detuvimos en el mirador a 4000 m y almorzamos tortillas con aguacate y frijoles además de galletas con la jalea de durazno más rica que he probado. Al llegar a la laguna, las palabras me faltaron, sólo contemplé abstraída este hermoso paraíso, esta tierra altísima, lejana, silenciosa y me dejé llevar por el sonido de las cascadas a mi alrededor, de la laguna y su espejo refractando los páramos, el cielo y las nubes condensándose. Un espectáculo que jamás olvidaré y que me visitará en sueños. Hacía frío pues ya iban a ser las 3:00 de la tarde y emprendimos la marcha de regreso.



De regreso, nos dieron una charla sobre el parque y los demás nevados (Del Ruiz y Tolima) además de la importancia del páramo: un ecosistema esencial. Esa noche, empacamos equipo de glaciar que consiste en crampones (suelas con dientes metálicos para caminar sobre hielo y nieve), casco, arnés para ir todos en cordada (para atar la cuerda con nudos de seguridad) y piolet para apoyarse en el hielo o bastones. Después de tomar un caldito, nos acostamos en colchones y sleeping bags de menos 0 grados, todos en un mismo cuarto para el calorcito y puedo decir que dormí muy bien aunque con dolor de cabeza y náuseas, producto de la altura. 

Al día siguiente era nuestra gran aventura.

Día de Cumbre - Nevado Santa Isabel 

Nos levantamos a la 1 de la mañana, todo estaba listo. Agarramos nuestras mochilas y nos transportamos hasta el punto de inicio a 4,100 m. La madrugada muy fría pero la noche estrellada hizo que me concentrara en el Ahora. Atravesamos páramos y lomas muy empinadas, recuerdo que a los 4,300 m el viento era bastante fuerte y frío, en un momento tuve el pensamiento de ¿y si me devuelvo? Pero gracias al apoyo del Sebastián el guía, de moderar mi paso, respirar profundo y tomar sorbos de agua cada vez, enfocar mi mente en la anhelada cumbre, pensar en mis amigos y familia que anhelaban verme cumplir este reto, decidí no darme por vencida y seguir, ignorando el dolor de cabeza y lo lento de mi andar, además de la dificultad para respirar.

Pensé en muchas cosas: en mis montañas anteriores, lo que sentí en cada una de ellas (Barú, Chirripó y Tajumulco), donde todo eso fue superable, no debía dudar de mí misma sino confiar plenamente en que tenía la capacidad y debía ser más fuerte que nunca. Todos estos pensamientos luchaban con los negativos en mi mente y sin embargo, fue cuestión de tomar la decisión de no rendirme: El camino llega hasta donde tú quieres. Realmente me faltaba sólo una loma empinada y ya casi estaba en el lugar donde el paisaje cambió radicalmente. Rocas inmensas, neblina, aire denso, todo blanco y gris, otro mundo. Cuando al fin llegué al borde del glaciar, no podía creerlo. Automáticamente mis fuerzas aumentaron y estaba más decidida que nunca a subir a la cima; procedimos a ponernos los implementos de glaciar y a escuchar las instrucciones.

Ir en cordada es una experiencia mágica pues ves todo blanco alrededor, las pisadas con crampones deben ser firmes pues había muchas grietas (de un azul fosforescente mágico) y era preciso tener el mayor cuidado. El primero en la cordada marca el ritmo y los demás los seguimos, muy importante es no pisar la cuerda y dejar una distancia prudente entre uno y otro para poder asegurarlo en caso de una caída.

En el glaciar, cruzando grietas  - Fotografía: Alba Marina Suárez
Finalmente CIMA, 4,900 m, una altura a la que jamás había estado, llegué y llegamos a la cima en medio de este limbo de fuerte viento y neblina, todo perfectamente tranquilo, en un lugar del mundo agreste y remoto, en las alturas que tanto me atraen.




Algunas recomendaciones: La altura es difícil, los efectos en cada cuerpo varían. Hay que tomar muchísima agua, a cada rato sin importar si se tiene sed o no y tener una buena aclimatación previa (considerando que vienes desde el nivel del mar), los guías de alta montaña toman mínimo 4 litros de agua en condiciones normales, conocer muy bien las alergias, traer los medicamentos para dolores de cabeza muy fuertes, alimentación moderada, no consumir licor semanas previas a la excursión, protegerse del frío y viento usando tres capas de ropa y buenas botas impermeables. Prepararse físicamente antes realizando ejercicios de cardio y caminatas con peso en la mochila para ir acostumbrando el cuerpo. Cada esfuerzo que se realice previamente, ayuda más a disfrutar el recorrido.

Esta aventura me llenó de una emoción muy grande, me enseñó que la voluntad de hierro es lo que debes llevar siempre en la mochila y fortalecerla cada vez más además de actitud positiva,no acelerarse: el momento llega, tú llegas a tu paso, con tu ritmo y tu historia... luego lo recuerdas y atesoras para toda la vida. 

Como me decían ‘‘Nikki, eres de 0 a 4,900’’... Gran hazaña que me hizo creer más en mí misma, superar muchos obstáculos (sobre todo de la mente) y lograr este objetivo que me hace muy feliz y me anima a seguir en este bello camino. ¡Vamos por más pero siempre una cima a la vez!

Los páramos are lovely, dark and deep... but I have promises to keep and miles to go before I sleep... 

Wednesday, May 25, 2016

Ascendiendo a la cima de Centroamérica: Volcán Tajumulco.


Volcán Tajumulco

Altura: 4,220 msnm
Recorrido: 10 kms
Particularidad: Se puede ver la frontera con México y el poblado mexicano de Chiapas además del segundo volcán más alto de Centroamérica (y Guatemala) Volcán Tacaná.


Desde que nació mi amor por las montañas, navegué por Wikipedia buscando algunos ‘‘facts’’ y me encontré con el volcán Tajumulco, el más alto de Centroamérica. 

Desde allí comencé a soñar con él y sus 4,220 msnm de altura. Hasta entonces sólo había alcanzado los 3,820 msnm del Chirripó en Costa Rica  y los 3,475 msnm de nuestro Volcán Barú en Panamá.

Ya puedo decir que ese sueño se cumplió y a la vez, toda la travesía hasta su cima nos brindó muchas emociones, lecciones de vida y abrió nuestros ojos y mente a otras realidades. El volcán Tajumulco hizo erupciones en 1821 y en 1863, actualmente está inactivo contrario a otros volcanes en Guatemala como el Volcán de Fuego que durante nuestra estancia estaba haciendo erupción.

Fuimos dos las intrépidas en esta aventura: yo y mi amiga Kathia, ‘‘Samsara’’. Tomamos un transporte privado desde Antigua, donde nos recibimos el año nuevo 2016, hasta Xela. Después de ciertos contratiempos como quedarnos más de 40 minutos dando vueltas por Antigua porque el chófer no estaba para nada ubicado y recogiendo a más turistas en diferentes hostales, nos fuimos. El trayecto duró unas cinco horas con una parada técnica en la entrada de Panajachel (donde está el lago Atitlán y que después tuvimos la dicha de visitar). Finalmente llegamos a Xela y nos hospedamos en el hostal Black Cat, nos encantó y conversamos con algunos mochileros. 

Al día siguiente, a las 5 de la mañana, llegaría nuestro guía Saúl, nos dijo que teníamos que llevar mochilas grandes, cosa que no teníamos pues decidimos no llevar backpacks para no llamar la atención, sino mochilas de 35 Litros. La agencia nos proporcionó dos mochilas de unos 50 Litros y allí metimos el excesivamente pesado sleeping back, algo de comida, abrigos y ropa de frío. Un shuttle nos llevó a la terminal para ir a San Marcos en un auténtico Chicken Bus hasta Tacaná donde tomamos otro bus. En el bus recuerdo venían libritos de frases en uno de los idiomas maya. 

Ir en el chicken bus con un niño al lado, de semblante triste, ojos llorosos y todo apretado por la gente de pie, tuve un nudo en la garganta pues me pregunté hacia dónde iba y por qué no estaba contento y jugando como un niño debería... sonriendo, viviendo esos años que no vuelven más pero para él quizás representen duro trabajo e incertidumbre.

Llegamos finalmente a la comunidad de Tuichan donde el bus nos dejó en la entrada del sendero. Cabe destacar que la única manera de llegar es en bus o carro porque por decreto no se permiten entrada a shuttles.

Pasamos por una comunidad maya mam, donde el guía era muy conocido y querido por los niños. Empezamos el ascenso en caminos de tierra y mucho polvo hasta divisar un bosque de pinos a lo lejos. Todavía no veíamos la anhelada cima, que alcanzaríamos al día siguiente. 

Algo muy lindo es que nos encontramos a un chucho (perro en Guatemala) a la entrada y nos acompañó durante el almuerzo, era muy cariñoso y a cada rato nos saltaba encima, tristemente tenía una herida en la cabeza producto de una piedra, al parecer… En el momento que estuvo con nosotros, dimos y recibimos de su cariño pues fue excelente compañero en la montaña.



Pobladores indígenas utilizan parte del camino para cruzar de un pueblo a otro. A medida que ganábamos altura, nos vimos rodeadas de un paisaje surreal de pinos, neblina, nubes saliendo entre las demás montañas y así mismo incrementaba una sensación de mareos, para lo cual el guía envolvió mi cabeza con la bufanda de cuello que tenía a modo de turbante. Nos detuvimos para regular la respiración y disminuir el ritmo de nuestros pasos. Muchos curiosos nos preguntaban de donde somos y se alegraban cuando decíamos Panamá, pues sienten cada país centroamericano como hermano.

Habibi, habibi con mi turbante
No tiene partes realmente empinadas (subidas que se complican por la altura pero luego se nivela) sino que es más bien a lo largo y en forma de S el recorrido. Finalmente llegamos al campamento base a 3,987 msnm según un app de altímetro, o sea que al día siguiente el recorrido sería de unos 200 m y pico de elevación. Nosotras cargamos el sleeping bag y parte de la comida, sin embargo notamos que el equipo que le dio esta agencia al guía no era nada práctico: lonas pesadísimas, una carpa gigante, demasiadas ollas, tanto que él tenía una mochila de esas antiguas que tienen dos tubos de hierro. Todo un sherpa. Pensamos que deberían tener consideración con los guías que se sacrifican mucho y hacen este recorrido días seguidos e invertir en equipo ligero.

Basecamp
Esa noche, el guía nos preparó spaguetti con salsa roja y hongos con mucho queso parmesano, comida ciertamente pesada para tal altura pero tenía tanta hambre que lo comí todo. Esa noche, nos despertaron los bomberos para preguntarnos si habíamos visto a dos muchachas que estaban perdidas y habían entrado ese día a la montaña.

A las 4 de la mañana nos pusimos las botas dispuestas a hacer cumbre con un frío increíble, que congelaba las manos si nos quitábamos un momentito los guantes. El paso fue lento pues ya entrábamos en la zona de 4,000 m, uno siente que le falta el aire y hay que hacer algunas paradas para recuperarse hasta que finalmente llegamos a la cima.

Recuerdo esa emoción tan inmensa, más aún cuando uno de los amaneceres más espectaculares que he visto inundó todo de luz entre las nubes, haciendo de éste un día inolvidable y muy feliz. Tomamos avena de desayuno y después de un rato, unos chicos nos ofrecieron un traguito de Quetzalteca de durazno para entrar en calor ¡riquísima!

Durante el descenso, ya empezaba a hacer calor y las ‘‘chumpas’’ (abrigos) empezaban a estorbar. Nos despedimos de los amigos que hicimos en el camino que decían ¡Todos somos centroamericanos! Y hasta nos tomamos fotos con ellos.

Vimos también a gente buscando a las dos muchachas desaparecidas, estaban muy preocupados y tristes. Muchos subestiman al Tajumulco pero la realidad es que con niebla, es fácil desorientarse al ver todo el paisaje igual, perderse y pasar la noche sin un refugio, lo cual puede ser mortal pues se han dado casos de muertos por hipotermia. Incluso ya cuando terminamos de bajar, nos encontramos a las madres de las muchachas y les dimos algunas palabras de aliento, nos dijeron que querían venir a Panamá. Todo el pueblo se movilizó para tratar de encontrarlas, al final no supimos el desenlace de la historia.

Además de este episodio, me dio mucha tristeza ver la cantidad de basura que hay… Me recordó mucho a nuestro Volcán Barú y ojalá que los moradores y visitantes del volcán tomen consciencia y sepan manifestar el amor a la montaña sin ensuciarla, sin dejar rastro. Como dice la frase ‘‘deja sólo huellas, toma sólo fotografías’’

 


Tajumulco y su cima visible
Salió el sol y ya las chumpas empezaban a molestar. Bajamos con facilidad porque debíamos estar a tiempo para tomar nuestro bus directo a Panajachel.

Así concluye este relato, confieso que ir en Chicken Bus de regreso  fue un tanto traumático porque fuimos paradas y horriblemente cansadas… pero estábamos felices de nuestro logro.
En tan sólo dos días, pudimos palpar otras realidades de Guatemala que en otro post me gustaría comentarles, fueron muchas sorpresas positivas que tuvimos y de seguro vamos a volver a ascender más volcanes y a visitar lugares paradisíacos que nos faltaron como Semuc Champey.

Gracias por leer. 

Con cariño,

Nikki






#MTNbabes en la cumbra de Centroamérica

Saturday, April 2, 2016

''No existe fracaso en la montaña''

Les comparto una de las columnas que escribí para ENCUENTRA TU RUTA la cual es publicada en un diario de Panamá

“No es más quién más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente”. Maurice Herzog

En este columna, me permito reflexionar acerca del mal llamado fracaso en la montaña. Para quienes practicamos cualquier modalidad de montañismo con regularidad, muchas veces nos enfrentamos a dificultades, las cuales nos llevan a no lograr el objetivo trazado que puede ser el no llegar a una cima, una cascada, sufrir de agotamiento severo o de algún padecimiento. Esto representa frustración, decepción, dudas de nosotros mismos, sin embargo es más común de lo que creemos: Nos lleva a replantearnos qué hicimos mal, a conocer cómo debemos entrenar mejor, si tuvimos exceso de confianza o fue falta de preparación y sobre todo a aprender más de nuestro cuerpo y mente. A veces el clima no nos acompaña y por seguridad, debemos devolvernos porque la vida siempre es primero y volver a casa sano y salvo es la verdadera meta.

Son muchos los factores que nos pueden hacer desistir pero sólo la experiencia nos enseñará a prevenirlos, ya sea deshidratación, mala adaptación a la altura, lesiones o desgarres musculares, vestimenta inapropiada, desorientación por no ir acompañado de mapas, GPS o guías, desinformación del terreno, el no saber respirar, alimentación desbalanceada, pensamientos negativos, etc., por lo que sólo podemos pensar en qué mejorar en las próximas expediciones y qué no hay que hacer también.

Entrenar la mente para un reto montañístico es incluso más difícil que entrenar el cuerpo muchas veces. Todos tenemos la gran motivación de conocer nuestros límites y hasta superarlos. Para ello, nos podemos visualizar logrando nuestra meta, saber el porqué estamos allí (porque amamos esto y es nuestra pasión) o centrarnos en vivir el presente y que, ya estamos más lejos y más fuertes de lo que estuvimos ayer con sólo agarrar nuestra casa-mochila e irnos a explorar nuestro interior en el exterior, en entornos inhóspitos, sacando fuerzas de donde no creíamos tenerlas y al finalizar, sentirnos orgullosos de acoger un reto, así se haya completado o no. Decía el reconocido montañista navarro Iñaki Ochoa que para él la cima era la cereza del pastel, si no la alcanzó, al menos comió todo el pastel y es así. Recorremos kilómetros de paisajes vastos que poseen una hermosura increíble, soy testigo que las fotos no hacen justicia a lo que maravilla a nuestros ojos, ¿qué mejor regalo que descubrir el mundo con todo nuestro ser?

En muchas partes del mundo, en círculos de practicantes de deportes al aire libre o donde conviven diferentes grupos de montaña son comunes las críticas, el que un ''fracaso'' o ''moridera'' de otro sea tema de conversación y que no exista el apoyo mutuo entre clubes u organizaciones. Personalmente opino, que en ninguna disciplina, es buena la crítica destructiva y la lucha de egos por quién es mejor y quién llegó más alto. Aporta más compartir que competir y así hacer crecer y alinear los conocimientos para que todos disfrutemos estas actividades de manera segura y plena, con mucho compañerismo pues en todas las expediciones, ponemos nuestra vida en manos de nuestros compañeros sin saberlo y viceversa.

Se recomienda siempre contar con conocimientos de primeros auxilios, llevar un botiquín completo o esencial, mantener la comunicación en caso de emergencia, dejar siempre dicho a dónde uno va y tiempo estimado de regreso, no escatimar en llevar equipo de seguridad aunque no lo consideremos necesario.

Recuerdo la última vez que me sentí así y creí que mi cuerpo llegaba al límite y pensé: ''Cuanto más me falta la respiración, más viva me siento y más cerca de mí misma estoy'' para luego descubrir que aún queda muchos caminos, algunos empinados, borrascosos, difíciles pero de recompensas gratificantes por seguir.

Nikki.